Este año, Amazon Watch Tuvo el privilegio de participar en la XI sesión del Foro Social Panamazónico (FOSPA), un espacio autónomo e independiente formado por movimientos, organizaciones sociales y pueblos indígenas de los nueve países de la cuenca amazónica. Ser invitado a este evento fue a la vez un honor y un desafío, dado el dramático contexto de escalada de violencia de la industria minera en la región.
Nuestra presencia fue crucial para advertir sobre los peligros de una creciente dependencia y extracción de minerales en la región, dados los actuales planes de transición energética propuestos por el Norte Global a expensas de la explotación en el Sur Global. El logro más significativo fue fortalecer una coalición panamazónica por una Amazonia libre de todas las formas de minería, reforzando la demanda de que la Amazonia sea declarada “Zona Prohibida” para las industrias extractivas.
El sentido de conexión con la gente y la naturaleza durante el viaje al foro fue profundo, y la energía y la esperanza que surgieron de esta reunión renovaron nuestro compromiso de defender estos lugares sagrados.
Nuestros esfuerzos culminaron con el respaldo exitoso de nuestra propuesta de declarar la Amazonía como una “Zona Prohibida” para la industria extractiva en el XI FOSPA. Declaración final.
Durante FOSPA, nos reunimos con aliados involucrados en nuestro esfuerzo de incidencia internacional. #DesenmascarandoCanadá. Esta iniciativa denuncia la complicidad del gobierno canadiense con sus empresas que operan en América Latina. Nos reunimos con aliados de AIDA, Red Muqui, Moccic, CONAIE, Alianza por los Derechos Humanos Ecuador, Comité Nacional em Defesa dos Territórios Frente a Mineração y otros. Juntos, revisamos estrategias comunes y realineamos nuestros próximos pasos para ejercer presión conjunta para declarar la Amazonia como una “Zona Prohibida”.
Una estrategia clave es la coordinación continua que continuará después del FOSPA, asegurando nuestra presencia activa en todos los espacios donde podamos generar un debate crítico sobre las amenazas de una dependencia cada vez mayor de los minerales en la trayectoria actual de la transición energética.
As Amazon Watch, lideramos discusiones y facilitamos plenarias y próximos pasos para el Grupo de Trabajo de Minería y Alternativas de FOSPA junto con una coalición de organizaciones. Nuestro principal objetivo fue denunciar la minería de oro en la selva amazónica, particularmente la minería de oro industrial e ilegal, debido a sus conexiones con la pérdida de biodiversidad, violaciones de derechos humanos y crimen organizado.
Durante la actividad autogestionada sobre Extractivismo e Impunidad Empresarial en la Amazonía, compartimos nuestras últimas Evaluación de riesgos en Belo Sun, la empresa canadiense que pretende abrir la mayor mina de oro a cielo abierto en Volta Grande, impactando directamente al río Xingu y sus comunidades indígenas y ribereñas. Tuvimos la oportunidad de conectar directamente nuestro Campaña #MiningOut, que exige la retirada de este proyecto de la región. Enfatizamos la urgencia de la acción gubernamental para proteger la región y sus habitantes de las amenazas que plantean las industrias extractivas.
Un momento destacado de nuestro tiempo en FOSPA fue participar en la Gran Marcha de los Pueblos por la Vida y la Amazonía. Fue una hermosa muestra de amor y resistencia, en la que muchos miembros de la comunidad se unieron a la marcha. La celebración de FOSPA en una ciudad amazónica más pequeña, a diferencia de Belem el año pasado, permitió un compromiso más estrecho con los lugareños, quienes participaron y contribuyeron activamente a las discusiones y eventos.
Un momento muy importante de nuestra presencia en el FOSPA fue coordinar la visita in situ a la comunidad indígena Charque del pueblo indígena Mosetén, que también ha sido amenazada por la minería industrial de oro.
Charque es una de las 23 comunidades Indígenas que habitan la Reserva de la Biosfera y Territorio Indígena Pilón Lajas y la última comunidad Pilón Lajas en el río Beni. Las familias de Charque –que durante años se habían dedicado a la agricultura de subsistencia, la caza y la pesca– fueron sorprendidas en 2017 por una empresa aurífera colombiana que quería pagarles 200,000 dólares para que autorizaran la extracción industrial de oro de sus tierras.
Después de una extensa discusión y consideración, la comunidad decidió por unanimidad rechazar las ofertas monetarias de la empresa y diversas promesas, como escuelas, instalaciones y paquetes de ayuda. Esta decisión se tomó a pesar de la minería de oro artesanal de bajo impacto en curso debido a la falta de fuentes de ingresos alternativas y la grave contaminación por mercurio y otros impactos de la minería ilegal cerca de su territorio.
En su comunicado rechazando las ofertas de la empresa, declararon que: “Se les acabará el dinero, pero nuestro territorio seguirá aquí. No vamos a vendernos ni a nosotros mismos ni a nuestra tierra para que la destruyan”.
Como estuvieron presentes varios socios indígenas de otros países de la cuenca del Amazonas, como los de Guyana, Ecuador, Colombia, Perú y Brasil, fue un momento lleno de emoción para intercambiar estrategias y tácticas sobre cómo resistir la presión y las innumerables promesas. que las empresas intentan hacer para dividir a las comunidades.
FOSPA 2024 fue más que un foro. Fue un poderoso recordatorio de nuestra fuerza colectiva y la importancia de nuestra lucha en curso. Sirvió como una plataforma crucial para unir voces en toda la cuenca del Amazonas, reafirmando nuestra visión compartida de un futuro en el que el Amazonas no esté sujeto a una mayor explotación. FOSPA destacó la necesidad de continuar con la solidaridad, las campañas, la promoción y la resiliencia en nuestra lucha por una Amazonía libre de minería, declarada “Zona Prohibida”, con el objetivo de proteger sus invaluables ecosistemas y culturas.





