La empresa petrolera estatal de Ecuador, Petroecuador, reportaron los estallidos de oleoductos del Oleoducto Trans-Ecuatoriano (SOTE), el OCP (Oleoducto de Crudos Pesados - Oleoducto de Crudo Pesado), y el Poliducto Shishufindi-Quito en un comunicado oficial emitido el 7 de abril de 2020. Las rupturas ocurrieron como resultado de una reducción en la presión de la tubería luego de que el suelo se erosionara debido a las fuertes lluvias y un deslizamiento de tierra que siguió. , en la región San Rafael de las provincias amazónicas de Napo y Sucumbíos. El comunicado afirmó que se enviaría un equipo de técnicos de inmediato para comenzar los trabajos de reparación, que demorarán tres semanas en completarse.
El SOTE se extiende por 308 millas y el OCP 301 millas, cada uno de los cuales lleva petróleo de la cuenca del Amazonas a través de los Andes y a las refinerías en la costa del Pacífico. petroecuador tiene una larga historia de derrames y un pobre historial ambiental y de derechos humanos.
A la luz de estos hechos, el Alianza de Organizaciones de Derechos Humanos exige que el gobierno ecuatoriano informe de manera inmediata y urgente a la ciudadanía sobre la magnitud del derrame, los lugares impactados y las acciones que se han tomado para evitar un mayor impacto en la población. Según informes de las comunidades de la zona, el derrame ya afectó a la comunidad de Panduyacu y al cañón del río Monos en la Amazonía.

Recordamos a las autoridades nacionales que es deber primordial del gobierno garantizar, sin discriminación, el goce efectivo de los derechos humanos, y “en particular: la educación, la salud, la alimentación, la seguridad social y el agua para sus habitantes” (artículo 3 del Constitución de Ecuador).
Este derrame no pudo haber ocurrido en peor momento para los pueblos indígenas y las comunidades cercanas al río, ya que están trabajando para protegerse de la propagación del COVID y asegurar el acceso a alimentos básicos, suministros sanitarios y agua potable.
Por lo tanto, es URGENTE que el gobierno tome medidas de remediación inmediatas y garantice el acceso a agua potable y alimentos. Cientos de familias indígenas y campesinas, y comunidades enteras dependen directamente de los ríos de la Amazonía, debido al derrame, su subsistencia se ve comprometida y agravada por los impactos de la emergencia sanitaria COVID que vive el país.





