El Consejo Nacional de Directores de la Asociación Interétnica para el Desarrollo de la Amazonía Peruana (AIDESEP), en nombre de sus 1,250 comunidades indígenas amazónicas afiliadas, 53 federaciones y 6 regiones, se dirige a nuestros hermanos y hermanas indígenas de la costa y sierra; nuestros compatriotas; la opinión pública nacional y mundial y las autoridades del Estado peruano a manifestar lo siguiente:
1) Recientemente la atención pública se ha centrado en un tema que para los pueblos indígenas amazónicos, en particular nuestros hermanos y hermanas Machiguenga, Yine y Nahua y los pueblos indígenas que viven en aislamiento voluntario es un tema con una larga trayectoria. La presencia de empresas petroleras en la cuenca del río Camisea y otros afluentes del río Urubamba que se remonta a la década de 1980 ha provocado la desaparición del 70% de la población nahua; la casi total desaparición de peces de muchos ríos y arroyos debido a la destrucción de las zonas de desove; la presencia de miles de migrantes y todo tipo de comerciantes dispuestos a saquear los bosques sin reconocer que el bosque es territorio patrimonial y fuente de vida de los pueblos indígenas de la zona; la desestructuración de las comunidades indígenas y la pérdida de conocimientos muy importantes sobre la biodiversidad, precisamente en esta llamada “Era del Conocimiento”; contactos violentos con pueblos en aislamiento voluntario que han sido infectados con enfermedades para las que no tienen defensas; la destrucción de miles de hectáreas de bosque primario que ya no se pueden restaurar.
2) Muchas instituciones y el Estado están preocupados porque las entidades financieras internacionales han pospuesto el otorgamiento de préstamos a las empresas que han realizado todo lo descrito en el punto 1). Estas instituciones y el Estado, sin embargo, no pueden cerrar los ojos, como lo hacen las empresas, ante este desastre humano y ecológico. No pueden hacer esto porque tienen que rendir cuentas principalmente a la opinión pública mundial y a la historia. Estas entidades financieras internacionales, plataformas de lanzamiento para la globalización económica y la globalización homogeneizadora de las comunicaciones y las culturas, tienen que dar cuenta al mundo de la destrucción de uno de los ecosistemas más importantes del planeta y única fuente de absorción de CO2 de la atmósfera.
3) Los Pueblos Indígenas de la Amazonía siempre hemos exigido ante el Estado peruano nuestros derechos ancestrales, en particular sobre nuestros territorios; derechos que preceden a la Constitución de la República del Perú, de los cuales formamos parte como miembros fundadores y como fuente cultural de nuestra nación pluricultural, pluriétnica y plurilingüe. Estos derechos, incluido el de consulta previa sobre cualquier proyecto en nuestros territorios, son leyes de la República desde la ratificación del Convenio 169 de la OIT en Perú, según RL 26253 de 1993; y se han adelantado en la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
4) ¿Es justa una propuesta de “desarrollo nacional” sobre los cadáveres de tantos niños indígenas? ¿Es el gas tan importante que las empresas y sus aliados deberían estar dispuestos a liquidar la selva tropical más grande del mundo y el conocimiento de los pueblos indígenas sobre la megadiversidad amazónica? ¿Es esto lo que llaman "desarrollo sostenible"? ¿Es esto desarrollo humano? ¿Puede haber desarrollo humano sin los humanos como punto central?
El triste ejemplo de esto lo encontramos en nuestros hermanos y hermanas Achuar del río Corrientes (hoy río muerto) y de Pastaza, luego de las operaciones de la empresa petrolera en el Lote 8; en nuestros hermanos y hermanas Huaorani, aniquilados por la explotación petrolera en Ecuador; en nuestros hermanos y hermanas Nanti de la misma Camisea, donde las epidemias han afectado a la mayoría de la población.
5) Los pueblos indígenas del Perú han hecho dos propuestas fundamentales: en primer lugar, la reforma profunda de la Constitución peruana para incluir en lugar de mantener a los pueblos indígenas excluidos y sus derechos; y, en segundo lugar, la creación de una institución estatal al más alto nivel para atender y resolver todos los problemas de los pueblos indígenas. Además, hemos exigido en todo tono de voz que las empresas de hidrocarburos abandonen nuestros territorios, porque están destruyendo nuestras posibilidades de desarrollo humano sostenible. Hemos indicado que no debe haber concesiones en los territorios de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario y que en los territorios indígenas organizados se debe implementar la consulta previa.
6) En el contexto de este nuevo Estado peruano, superior al Estado Criollo de los siglos XIX y XX, los pueblos indígenas estamos preparados para defender nuestra propia visión del desarrollo, entendida por nuestros pueblos como “desarrollo con identidad”. En el contexto de esta autonomía y libre determinación, los pueblos indígenas amazónicos sabrán elegir nuestras prioridades y nuestros aliados y defenderemos nuestros derechos por cualquier medio que sea necesario.
Lima, 7 de agosto de 2003





